Hábitos familiares: una herencia que fortalece o debilita el hogar cristiano

Hábitos familiares: una herencia que fortalece o debilita el hogar cristiano

Las familias deben reflexionar sobre la importancia de cultivar hábitos familiares saludables que fortalezcan la fe, la unidad y el propósito en la vida. Esto según la psicóloga y asesora familiar adventista Olga Galindo.

En un país donde las estadísticas revelan un aumento de hogares fragmentados y relaciones familiares deterioradas, la voz de especialistas en orientación familiar cobra un valor especial. La psicóloga y asesora familiar adventista Olga Galindo compartió recientemente, en un espacio de reflexión y diálogo, la relevancia de los hábitos familiares como cimiento para una vida plena y con propósito.

La especialista recordó que los hábitos —esas acciones repetidas de manera consciente o inconsciente— moldean la vida de las personas y marcan profundamente la dinámica del hogar. A través de testimonios de oyentes, como el de Johana, quien heredó de sus abuelos la disciplina de madrugar para orar y el hábito de servir al prójimo, Galindo subrayó que “los hábitos positivos preservan la memoria de los seres queridos y mantienen vivo su legado”.

No obstante, la experta advirtió sobre prácticas que, sin darnos cuenta, pueden dañar el desarrollo de los hijos: la sobreprotección, la falta de límites claros o la incoherencia entre lo que los padres dicen y hacen. En un contexto donde la tecnología ha modificado la convivencia, destacó la importancia de enseñar a los más jóvenes a gestionar el tiempo frente a las pantallas y a priorizar la comunicación cara a cara.

“Los hábitos saludables, tanto físicos, sociales como espirituales, nos ayudan a organizarnos, a respetar el tiempo, a proyectar nuestra vida con propósito y a mantener una relación estrecha con Dios”, enfatizó Galindo, recordando que el hogar es la primera escuela de vida.

La charla concluyó con un llamado a los padres a evaluar qué costumbres están transmitiendo a sus hijos y a cultivar aquellas que fortalezcan la fe, la responsabilidad y el servicio. Como enseña Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando sea viejo no se apartará de él”.

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