La acción se llevó a cabo en colaboración con Brasil Sem Frestas, un proyecto que busca reducir la disparidad económica en las comunidades con dificultades.
Un estudio de PUCRS Social Data mostró que la tasa de pobreza extrema en la región metropolitana de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, ha aumentado un 85 % en los últimos diez años. Actualmente, la capital del estado tiene 68.400 personas más en extrema pobreza que en 2012. Si se compara con 2013, esta diferencia es aún mayor, de casi 89.000 personas. Muchas de estas personas viven en poblados, en casas hechas de retazos de madera que sufren las inclemencias del clima de la zona.
Con esta idea en mente, surgió en una clase de la Academia Adventista de Porto Alegre (CAPA) la idea de unirse al proyecto Brasil sem Frestas (“Brasil sin grietas”) para ayudar a las familias vulnerables, especialmente en épocas de fuertes lluvias y frío, cubriendo las casas de madera con cartones de leche. La iniciativa fue concebida por el profesor Jozy Araújo y llevada a cabo por las clases de tercero y cuarto año, en las que los alumnos recogieron cartones de leche de sus familias y amigos.
“La idea fue enseñar a los alumnos el amor y el respeto que debemos tener por todos los necesitados. Comprendieron que, poniendo nuestro granito de arena para ayudar a los demás, podemos vivir más felices y unidos”, dice Araújo.
El proyecto duró dos meses, y el lanzamiento tuvo lugar durante un programa especial en el que los alumnos pudieron ver fotos de otras casas que habían sido cubiertas con cartones de leche y la reacción de las familias que se habían beneficiado de las colectas. Como resultado, se han recolectado más de 4.300 cartones. Con ese número se podrían revestir (es decir, aislar) tres casas enteras.
“Algunos alumnos no pudieron aportar cajas, así que otros trajeron cantidades mucho mayores para ayudar a los que no podían. […] Los padres ya han enviado varias cantidades separadas con los nombres de los niños”, explica Araújo.
Al final del proyecto, el equipo de Brasil Sem Frestas fue a la escuela para recoger todo el material donado por los alumnos. Los voluntarios presentes quedaron conmovidos por la dedicación de los niños y por la cantidad de dinero recaudada. “Se nota todo el amor que hubo en el proceso de colecta”, dice Maria Luíza Camozzato, presidenta de Brasil Sem Frestas. 2Esta asociación es muy importante para nuestro proyecto”.
Los alumnos, los familiares y el personal no solo recolectaron los cartones, sino que también hicieron todo el trabajo de higienizarlos y cortarlos adecuadamente para hacer las placas. Además de los cartones de leche, también se recolectaron tapas de botellas que se venderán, y el dinero de la venta se destinará a comprar hilo para coser los cartones.
“El propósito de la escuela adventista es proporcionar una educación que vaya más allá, y eso incluye bendecir la vida de las personas de nuestra comunidad. Este proyecto es una de las muchas acciones que realizamos para demostrarlo en la práctica”,
FUENTE: ANN ESPAÑOL
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